Viva la revolución de los claveles. Lástima que se haya quedado en el canto grotesco de un hatajo de capullos.
Markos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
me gusta cuando callas porque estás como ausente... me gusta cuando escribes, porque en tus palabras están todos tus silencios; esos que te robo, esos que aquí expongo.
tienes que robar más.
ResponderEliminarBesos de billetes de seis dedos (riman mejor que cinco:)... Bueeeno, ahora que lo pienso :P
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPerdonámme Capo
ResponderEliminarQuise decir: Seguí robando por amor a la honestidad intelectual
Daniel