Aceptamos las reglas de juego, intentamos ocupar los lugares que otros nos asignas pero al final de la carrera, cuando no te queda más opción que mirar atrás, te das cuentas que algunos huecos no fueron sustituidos, aun quedan vacíos. El dolor terrible de sentir cómo las confidencias que antes depositabas allí siguen dentro tuyo es brutal, y el mundo te parece especialmente humillante cuando entiendes que has perdido en tu estrategia de juego, que anteponer las piedras más grandes de tu vida han provocado vacíos imposible de rellenar con arena blanca. Por eso, hoy soy el primero en pedirme disculpa. Por el miedo al desagüe.
Efesor
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Hello there. . . Nice blog, please visit me back. . OK!!!
ResponderEliminarthanx be for. . .
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